Meli, una mujer con luz

Hace unos días limpié una maravillosa bandeja de Marruecos que tengo colgada en el salón de casa, tal como me enseñaron a hacerlo en una tienda de Fez: con estropajo de acero "000", sin líquidos ni productos químicos. 
Es un recuerdo de una querida amiga que falleció hace tiempo. Era una mujer sensible, suave, transparente, delicada, poeta, le gustaba disfrutar de la vida, de sus amigos... Vivió en Granada y se empapó de la hermosura de la Alhambra. Algunas noches tuvo la osadía de colarse en el recinto (eran otros tiempos) y pasear por sus jardines en soledad, disfrutando de cada olor, sonido y reflejo como ella sabía hacer con las cosas bellas.
Cuando murió nos dejó dicho: "Si miráis al cielo en una noche estrellada buscadme en Casiopea"
Hoy la bandeja moruna que me regaló como despedida vuelve a brillar como ella siempre lo hizo.
Se llamaba, Meli.