Mural en una tapia del colegio San Felipe Neri. Foto hecha con el móvil. |
A veces pienso que Cádiz se asemeja a las pompas de jabón. No puedes apartar la mirada de ellas pero son tan frágiles que en cualquier momento pueden desaparecer.
Esta
ciudad tan antigua y bella, tan cargada de historia, con tantos secretos y
tesoros a flor de piel, ni siquiera se atreve a vivir de sus recuerdos, del
esplendor de aquellos días ya pasados y olvidados.
Esta
ciudad necesita un revulsivo, gentes con ideas, con sueños, con agallas y ganas de
trabajar, de dar más que de recibir, que suba a las torres miradores y pierda
su vista más allá del horizonte, que el mundo no se acaba en Puerta de Tierra.
Ya lo decía Alberti:
“Cantad
alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad
alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid
alto. Sabréis que palpita otra sangre”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus mensajes son bienvenidos siempre que no falten al respeto de otras personas